Sonorama Ribera 2014 (II) – Este pueblo es un escándalo

La noche del miércoles en Aranda no fue larga, el pueblo estaba A TOPE pero había que dosificar, solo era la primera noche. A la vuelta al «terreno del descanso» el murmullo de los otros campistas casi convierte la noche en una de las toledanas pero menos mal que no llegó a serlo. Descansar en una tienda pequeña no es sencillo, pero cuando hay motivaciones pesa menos. A la mañana siguiente, con la fresca, ducharse con agua (para más inri) fría también requería algo de empeño xD.

En estas situaciones un adicto al café como yo por supuesto que vagaría sin rumbo en busca de un café por horrendo que este fuera. Afortunadamente dimos con una cafetería bastante apañada que tenía una tortilla recién hecha. Café+Minibocata de jamón+tortilla a un precio razonable.

Verdad verdadera.
Verdad verdadera.

Así las cosas… las motivaciones para explorar y descubrir todo lo que Aranda tiene que ofrecer aumentan. Después de pasar por la Plaza Mayor subimos una cuestecilla que nos deja justo en la famosísima Plaza del Trigo, el centro del Sonorama Ribera. En ese momento están empezando a tocar los The Bright. Sonaban genial, con una mezcla muy molona entre pop clásico y country. Y ella, preciosa. Me enamoré por enésima vez en este fin de semana.

Myriam Gutiérrez, cantante de The Bright.
Myriam Gutiérrez, cantante de The Bright.

Después de The Bright intentamos colarnos en una de las catas de Ribera del Duero a las que se nos invitaba (si había sitio) con el abono. No había sitio 😦 pero afortunadamente Aranda está llena de bares en los que por un precio que oscila entre 1,30 y 1,80 € puedes disfrutar de vinos de 0 a 24 meses de crianza en barrica. La experiencia es sensacional. Y mientras tanto, puedes cargar el móvil :P.

Después de nuestra cata de andar por casa, pasamos por la Plaza de la Sal, en la que encontramos ¡un autobús! Y encima… ¡¡un escenario!! Flipante. Pero mientras en la Plaza del Trigo empezaba a sonar Joe la Reina. Un gran descubrimiento y una experiencia maravillosa. Menudo temazo «En una casa junto al mar». Muy muy recomendables.

Fellaini en el Sonorama aka Lucas, cantante de Joe La Reina
Fellaini en el Sonorama (o Lucas, cantante de Joe La Reina)

La tarde se presentaba cañera y en el autobús de antes teníamos a Proyecto Solaz. Con una plaza entregada concluíamos la jornada de mediodía del Sonorama, de vuelta al camping… que menuda noche nos esperaba. Una gran noche.

Es imposible no rendirse ante el bombo de Johnny Cash
Es imposible no rendirse ante el bombo de Johnny Cash

Después de una «serie» de «conciertos» para olvidar en el escenario camping, la jornada vespertina del jueves empezaba en el escenario secundario (que no menos importante) con los chicos de la M.O.D.A. Vestidos como si fueran los primos españoles de The Lumineers y pese a algún que otro problema de sonido felizmente solventado, ofrecieron un concierto muy interesante.

David Fonseca no defraudó
David Fonseca no defraudó

David Fonseca, una auténtica megaestrella en Portugal, ofreció un concierto muy enérgico e incluso nos regaló una versión del temazo de los Buggles «Video Killed The Radio Star». Un aperitivo fantástico para una gran noche. Fonseca se entregó tanto que se dio un baño de multitudes, eso sí, antes de que llegaran las fans de Raphael.

Luego llegó el turno de Refree en el otro escenario. Sin lugar a dudas un grupo interesante, pero tenía más ganas de ver un rato después a los Niños Mutantes y para la primera fila que me fui, junto a YA las fans de Raphael, que tenían hasta sus neveras y sus bocadillos. Seguramente no fueron cacheadas a la entrada, seguramente.

Un puente en Comic Sans. HORROR.
Un puente en Comic Sans. HORROR.

Los granaínos Niños Mutantes nos ofrecieron un concierto más que interesante, con los temas de su nuevo disco (incluyendo mi favoritísimo «Hermana Mía») y los últimos, como «Caerán todos los bancos» o su famosa «Canción Mutante». Nunca ha sido uno de mis grupos favoritos pero les tengo mucho respeto. Hacen buena música y en directo son de lo mejorcito. Para deleite de las fans de Raphael que vivieron el concierto con enorme interés, los Mutantes tocaron su estupenda versión de «Como yo te amo». Una canción que decía Juan Alberto, el cantante, que le costaba mucho cantar. Cualquiera lo diría.

Fans de Raphael a la última.
Fans de Raphael a la última.

El propio Juan Alberto nos anunciaba la presencia en Sonorama de una de las personas que más horas en activo pasó en el festival. Más aún que el guardia de seguridad de la entrada del camping (que siempre decía «Aúpa, buenas noches»). Más aún que el organizador más gambitero. Más que el «pipa» que llevaba la chaqueta de Sepultura o Iron Maiden. Más aún que todos ellos JUNTOS estuvo en el Sonorama Ricky Falkner. Se movía tanto que me fue imposible echarle una foto a él solo. Efectivamente, Egon Soda sonó en el escenario «Castilla y León es vida» (menudo nombrecito) antes del momento más mediático y masivo del Sonorama Ribera 2014.

Apoteosis festivalera
Apoteosis festivalera

Raphael, a sus 71 años, lo dio TODO. Y el público también. Hay que rendirse ante uno de los mayores mitos que ha parido la música de este país. Grandes músicos, grandes canciones, bailes, un libro muy grande, la voz de Raphael (aunque le falló un poco en el «Digan lo que digan»), las colaboraciones de Juan Alberto de los Niños Mutantes, Vega y Alberto Jiménez de Miss Caffeína… La apoteosis con la que apareció Raphael no se vino abajo en ningún momento.

Raphael se fue más allá de los 90 minutos de concierto que le habían dado y nos regaló media horita más, por si nos parecía poco. Después de todo esto, había que tener mucha fuerza para saltar encima de todo el público congregado (una gran parte salió por patas, todo hay que decirlo) para ver uno de los primeros conciertos de los Elefantes después de que anunciaran su regreso a los escenarios. La inconfundible voz de kebab Shuarma marcó el concierto en el que no faltó el que para mí es uno de sus mejores temas (muy en la onda de Raphael también): «que yo no lo sabía».

Mientras, en el escenario principal Amaro Ferreiro supervisaba el montaje del mismo antes de que llegara nuevamente Ricky Falkner, acompañando a Fe (Iván Ferreiro) y su copa de vino D.O. Ribera del Duero (que no se terminó). Iván se movió con más soltura y alegría por el escenario, con las nuevas y positivas canciones de su último disco «Val Miñor-Madrid: Historia y Cronología del Mundo». Creo que la única concesión «Pirata» del concierto fue «Santaadrenalina», un tema que es un favorito personal. Es difícil que Fe me defraude, disfruté mucho este concierto a pesar de que fue extremadamente corto, con recuerdos a las propinas de Raphael ya que al bueno de Fe no le permitieron ni siquiera hacer un bis de «Años 80».

Fe colorado ante la impactante presencia de Ricky Falkner.
Fe colorado ante la impactante presencia de Ricky Falkner.

Un poco más tarde, a las 3:10 de la mañana, aparecían los getxotarras We Are Standard. En el cartel podíamos leer «We Are Standard plays The Clash». ¿Un concierto de versiones? Menudo rollo, ¿no? No con We Are Standard. Diversión garantizada. Unas versiones excepcionales de The Clash (imposible no sabérselas), bailes, risas, chistes, un público entregado y de propina, ya que era tarde… una canción de ellos (juraría que fue «The first girl…»). Que no se diga que los conciertos de versiones son aburridos, no solo grandes de la escena nacional como «La Banda Sureña» o «La Orquesta Sensaciones» son capaces de mover a masas a base de versiones. ¡Bravo por We Are Standard! Y que siga sonando la música de The Clash por los siglos de los siglos.

Deu y la presencia de Joe Strummer en forma de atril
Deu y la presencia de Joe Strummer en forma de atril

Terminó We Are Standard y ya era hora de irse.

Mañana más.

Autor: johnpardolta

Pues yo.

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