Tomavistas Madrid 2018: la pseudocrónica

Os ofrezco mi visión completamente distorsionada y parcial sobre este fabuloso festival celebrado en mayo de 2018 en Madrid.

El segundo festival del mes de mayo llegó el pasado fin de semana y con grandes expectativas más que satisfechas. Grandes nombres en un recinto pequeño pero muy acogedor, muy bien organizado todo pese a algunos obstáculos (baños junto a un carril-bici, huecos entre placas de hormigón y pistas llenas de barro, por ejemplo…). Os cuento lo que vi. Obviamente lo que no vi, no formará parte de esta pseudocrónica.

La jornada del viernes por mi parte comenzó con Disco Las Palmeras! y continuó con uno de los primeros y muy interesantes platos del festival: Él mató a un policía motorizado. Pese a actuar ante una audiencia aún por llegar, algún problemilla de sonido y un chaparrón impresionante (que duró hasta bien empezada la actuación de Superchunk) estuvieron espectaculares.

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El vaso de 0,5l del Tomavistas, con casi todo el cartel

Ya no sorprende a nadie la fuerza y el empuje de Belako en directo. Empezaron un poco más tranquis y calmados de la cuenta, con chubasqueros (como casi todos los presentes, cayó la mundial…) pero se vinieron arriba. Desde 2014 para mí una de las bandas que no te deberías perder si la tienes en un festival. En Madrid creo que no volveremos a verlos hasta el 5 de diciembre en La Riviera (y el día siguiente trabajo… ¿qué hago con mi vida?). Si podéis, en Córdoba estarán en el Hangar el jueves 27 de septiembre. Seguramente lo reventarán, como hicieron en enero de 2016…

Después de Belako había que irse corriendo a ver a Ride. Grupazo noventero, autor de auténticos himnos que en la época pre-Internet tenía en cinta como «Leave Them All Behind». Sonaron «Seagull» y «Taste», en su época seguramente fueron un grupo dentro del ambiente shoegaze más accesibles y más pop que My Bloody Valentine pero muy muy muy buenos. En fin, una hora memorable. Os dejo con el TEMAZO con mayúsculas:

Más tarde, llegó Javiera Mena, con sus cacharros y sus espectaculares bailarinas. Tuvo problemas con el sonido (se le escuchaba muuuuuuuuuuy bajito) y también con una base que acortaron su setlist pero no quedó fuera ningún tema imprescindible.

Tras Javiera, vinieron los Django Django con un directo que no me emocionó en exceso pero que se vino arriba cuando llegaron las dos últimas canciones… (shut up and play the hits, que dijo en su momento el cantante de Arcade Fire al de LCD Soundsystem xD).

Tras esto, sacrifiqué a Novedades Carminha para ocupar mi sitio en primera fila para ver lo mejorcito de la noche: La Casa Azul presentando su ya mítico nuevo disco (mítico porque no se sabe cuándo va a salir… pero se dice que saldrá antes un EP… esto va para largo). No pasa naaaaaaaaaaada por ver otra vez a La Casa Azul en cuestión de siete días. No pasa nada si lo ves un poco mojado de la lluvia y tampoco pasa nada si no te canta «Cerca de Shibuya» y si dos canciones nuevas que todavía no te sabes. Y no pasa nada tampoco si Guille hace un amago de bis para no tocar «Como un fan». Menos mal que lo hizo ya en Sevilla, que si no… Por cierto, debería escribir esta pseudocrónica en una postura más adecuada, que luego vienen las contracturas y recuerda: «No más Myolastan»… qué pasada ese inicio tan a lo Common People de Pulp. En fin, es que este Guille no da puntada sin hilo, se nota que la música es su vida y punto.

El sábado la jornada empezó algo antes que el viernes pero mucho después de que abriera el recinto. Los Kokoshca me contagiaron de esa extraña fuerza y su alegría y «melasudatodistmo» encima de un escenario. Poco antes de que terminaran ya estaban sonando de fondo los Altin Gün (aunque la primera i es sin punto, en turco todo es distinto). Desde los Países Bajos y famosos pese a los incidentes, nos dieron un poco de su folk en turco que salvo en Eurovisión en pocos canales masivos nos puede llegar a España. Un recuerdo a los Mor ve Ötesi, autores de la última canción decente (muuuy decente) y en turco de Turquía en el ESC:

Después de un descansito y una paradinha en el parque para seguir degustando de las maravillosas cervezas de La Virgen (jamás hubo una cerveza TAN buena en un festival) venía el canadiense Chad VanGaalen, encantado de la vida y de actuar en un sitio tan chulísimo… No tenía el gusto pero su rollo folk me recordó (para bien) a Clap your hands say yeah. Posteriormente y en el otro escenario, los Melange. Mi colega Nacho me dijo que eran lo más parecido que se había hecho últimamente a Triana. Completamente de acuerdo.

Siguió la tarde con la curiosa programación de un grupo de fieshhhta nocturna como es El Columpio Asesino a unas muy tempranas ¡¡ocho de la tarde!! Recién levantados de la siesta, no estuvieron mal pero esos temas no rompen esquemas antes de la cena o minutos antes de la final de la Champions (hubo mucha gente que desapareció o directamente no vino hasta que terminó).

Tras esto actuaban los murcianos Perro, pero fueron sacrificados (no tengo perdón de Dior, lo sé) por coger primera fila para ver a los mitiquísimos The Jesus and Mary Chain. No decepcionó, presentaron pocas (afortunadamente) canciones de su disco y no faltaron temazos como «April Skies», «Head On» (no tan movida como en su versión de los Pixies, pero la gente se lo pasó en grande) y terminó con «Just Like Honey» y «I hate Rock’n’Roll» (la que cerraba su último disco de los 90… que empezaba con «I love Rock’n’Roll», que es igual xD).

No dejé mi sitio en primera fila y me perdí a otro grupazo brutal como Pony Bravo por mi grupo preferido: Los Planetas. Esperaba un concierto homenaje al vigésimo aniversario de su magnífico disco «Una semana en el motor de un autobús» y NO. Fue otro concierto más de la gira de Zona Temporalmente Autónoma. Que sí, que muy bien, que tienen los temas muy rodados y funciona de lujo… que apareció La Bien Querida y muy muy bien el «No sé cómo te atreves» (aunque sigo prefiriendo a Ariadna de Los Punsetes y SOBRE TODO a Marina de Klaus&Kinski), que muy guay escuchar otra vez Prueba esto y los homenajes a Camarón… pero queremos algo más que no sea solo el «Segundo Premio» de ese disco, joer…

De todas formas, me llevo un muy buen recuerdo del festival, recomendándolo para futuras ediciones por su ambiente amable, su cercanía a la capital y su fantástico gusto a la hora de confeccionar el cartel. El de 2016 fue exxxxxxxxxcelente y este año aunque un poquito más corto (han sido dos días en lugar de tres) me ha fasssssssscinado 🙂

Autor: johnpardolta

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