El 101, ese nuevo festival.

Hola a todos, después de tantísimo tiempo sin escribir en este blog (la última entrada es de 2011!!!). Suena a obvio decir que han cambiado cosas en mi vida, ¿verdad? Quien me conozca se sabe la historia, pero os lo resumiré diciendo que todo ha ido moderadamente bien. Y la salud y tal y cual, también, que es lo que importa.

A lo que vamos, unos amigos y yo nos fuimos el fin de semana pasado a Málaga de festival. Resulta que Andalucía últimamente anda un poco escasa de festivales de «fin de semana entero o más». Tenemos el Territorios, pero últimamente el cartel está de capa caída. A principios de año se nos presentaba ante nosotros un nuevo festival en Málaga en la primera mitad del verano. «Qué atractivo», es lo primero que podrías pensar. «Si el line-up acompaña, me compro el abono pero ya«.

En mi caso yo no lo veía muy claro, vi un cartel en un bar que frecuentaba habitualmente (y sigo frecuentando): el Versus de la Avenida del Aeropuerto y pensé… «esto me persigue». Nos perseguía tanto que durante las cruces de mayo salió el tema en un tapeo casual y Ana, Antonio y yo decidimos ir. Después se sumarían más amigos.

Entremos en materia, ¿qué sucedió allí? Permitidme que lo cuente en primera persona. El viernes llegué sobre las 17 a Málaga, muy tranquilo y pensando que me perdía Triángulo de Amor Bizarro a las 19. Nada más llegar me confirman que la baja de última hora de The Struts movía su actuación a las 19:45. ¿Qué pasó? Finalmente y gracias a la maravillosa organización del transporte público hacia el festival (esperemos que el año que viene se mejore con el prometido Metro, que se inaugurará el 30/07/14, Susana Díaz mediante) llegamos justo cuando estaba terminando T.A.B. Otro año que no los veo :(. Nada más entrar, el primer palo: la pulsera es de plástico :P. ¡Con lo baratas que salen las de tela! En fin, a la crónica que vamos.

VIERNES

L.A. en el escenario «secundario» del festival

Entrando en el Estadio Ciudad de Málaga, mientras le digo ¡hola! al bueno de Manuel Cabezalí (Havalina) está empezando a tocar L.A., el grupo del mallorquín Luis Alberto Segura. Después de que sonara la bella «Dualize» comenzamos a explorar qué nos ofrecía la organización en cuanto a barras y demás necesidades básicas de festival. Y bien, después de dar una vuelta mientras terminaba L.A., tomábamos posiciones para ver a los Lori Meyers. Era la tercera vez que los veía y la primera que pagaba (la ocasión anterior fue en la Plaza de la Corredera, invitación a cargo de un Eutopía 2011 un poco tocado de muerte después del varapalo de Córdoba 2016), así que más les valía ofrecer un directo en condiciones xD. No decepcionó en absoluto, aunque flojearon seleccionando unas secuencia de canciones MUY PASTELOSAS entre las que no faltó la reina de la corona: «Luciérnagas y mariposas» (Cronolánea, 2008). Fue un gustazo, todo hay que decirlo, ver cómo disfrutaba la gente… era imposible no dejarse llevar y saltar y gritar las letras de las canciones más animadas de estos lojeños. Ah, apareció por ahí Anni B Sweet. Algo me dice que estaba cantado ahora que es la novia de… nadie se lo esperaba XD (por cierto, está guapísima en el último anuncio de San Miguel). Se hicieron de rogar con «Mi realidad» pero al final llegó, junto con mis favoritas «Explícame» y «Luces de neón». Un buen concierto, para mí, sí señor.

¿Qué más vino después? Casi todo el mundo estaba ya esperando que llegaran los Franz Ferdinand cuando aparecieron Spector en la otra punta del campo. Reconozco que quería guardar el sitio para ver a los FF pero pude disfrutar en parte del directo de estos simpáticos ingleses, con su animada y dicharachera «Chevy Thunder». Una pena, supongo que merecieron mucha más atención de mi parte.

Franz Ferdinand, quizá el mayor aliciente de todos los allí presentes, por supuesto no decepcionó. Consiguieron enlazar canciones nuevas y éxitos pasados, para que no decayera en absoluto el ambiente. No faltaron movimientos, bailes, saltos, gritos y demás con temas como «Take me out», «Ulysses» y ya el despiporre definitivo con «Do you want to».

Algo de gente abandonó el campo para guardar energías para el día siguiente. ¿Querrían ir a los conciertos de La Térmica? Yo no pude ir a ninguno, me hubiera encantado ver a Elisa Toffoli, por ejemplo.

Había que hacer una pausa para buscar algo para cenar (POR FIN) y mientras el caótico servicio de restauración allí contratado nos atendía, se podía disfrutar del directo de Havalina, que si no me falla la cabeza, terminó el concierto con su temazo guitarrero «Desierto».

La noche se cerró por todo lo alto con los por momentos divertidísimos y también súper-cruciales (y ambientales) Rinocerose, o mejor dicho, Rinôçérôse, psicólogos en la vida real. Sonó genial el nuevo hit «Medicine» y también disfrutamos de éxitos instrumentales de antaño como «Le Mobilier», imperdible.

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Alex Kapranos, cantante de Franz Ferdinand

SÁBADO

El día siguiente, después del paseo por Málaga y el pescaíto frito revitalizante de rigor, tocaba volver. Se nos alargó el paseo (otra vez daremos gracias a la EMT malagueña) y nos perdimos a dos grandes grupos bailongos como Grises y We Are Standard, además de los Fila India.

Nos encontramos pues con la amiga Lourdes Hernández, más conocida como Russian Red. La antaño cabeza visible de la casa de discos cordobesa Eureka Records nos regaló un concierto que, sinceramente, no me parece que tenga cabida en un festival de verano. No fue nada malo, me gustan sus canciones, pero hay que reconocer que da un poco de bajón. Le siguieron los geniales rockeros instrumentales de Toundra, con unas influencias muy interesantes de mis idolatrados My Bloody Valentine o Mogwai, por ejemplo. Nada que envidiarles a estos últimos.

Después en el escenario principal tocaron los The Family Rain. No me desagradaron pero me llevo un recuerdo un poco escueto de ellos, nada musical: el pelazo de su cantante. Temples, en el escenario secundario, estuvo genial pero, oye, en el escenario principal me esperaba un grupo que en CD no me apasiona especialmente. En cambio, en directo Amaral me parece un grupo excelente, que gana muchísimo. Eva es un encanto con su público y su voz es increíble en todo momento. Aunque no cantaron mi preferidísima «Sin ti no soy nada»… Tomo nota y esperemos que en el Sonorama Ribera sí que la canten.

Una canción inédita: oportunidad inigualable para fotografiar a Eva Amaral.
Una canción inédita: oportunidad inigualable para fotografiar a Eva Amaral.

Después de la subida de la marea de Amaral vino la que, para mí, fue la decepción del festival. Black Rebel Motorcycle Club. Quizá porque esperaba MUCHO de ellos o a lo mejor porque estaba expectante por el siguiente concierto. Su directo no me pareció malo, quizá demasiado cercano al CD, por lo que a mí se me hizo un poco soso. Aunque empezaron con su hit estratosférico «Beat The Devil’s Tattoo» a la 5ª o 6ª les perdí la pista, pero afortunadamente escuché bien su «Spread Your Love» y después…

¿Qué grupo va a actuar aquí?
¿Qué grupo va a actuar aquí?

… después los Crystal Fighters se apoderaron de la noche. No era difícil porque la gente allí congregada estaba deseosa de moverse, saltar y gritar las canciones de estos hippies ingleses que se impregnaron (un poquito) del folclore vasco y decidieron internacionalizar un instrumento como la txalaparta. Me declaro fan absoluto de canciones como «At Home» o «Love Natural», pero no faltó el despiporre (me encanta esta palabra) con «I Love London» o «LA Calling». Destacar la ida de olla tremenda del guitarrista, que nos dijo que la luna llena era espectacular, y que para ellos era muy especial, por si no nos habíamos dado cuenta. Concierto impresionante.

Para cerrar el asunto, contrataron a unos DJs, sin mayores comentarios: la cosa estaba finiquitada ya. Felicidades a la organización (la misma del DCode) porque les salió bien el festival. Si vuelve a acompañar el line-up y todo eso… no creo que tengamos que buscar 101 razones para volver el año que viene a Málaga (¡esperemos que se celebre! ¡seguro que sí!).

Espero igualmente que nos leamos pronto, antes del siguiente 101 :P. Este mismo viernes voy a un concierto de Portishead (¡qué ganas!) y el mes que viene toca el Sonorama Ribera (¡¡más ganas todavía!!).

El festival «101 Sun Festival» debe su nombre al número de municipios de la provincia de Málaga: 101.

(Qué cosas)